Puertas y ventanas practicables.
En este tipo de apertura, la puerta o ventana se une a su marco mediante bisagras.
Es la apertura más común y la que nos ofrece un mayor aislamiento, evitando pérdidas de energía gracias a su cierre estanco.
Abatible y Batiente.
La apertura abatible y batiente es aquella en la que la hoja se abre sobre un eje vertical u horizontal situado en un extremo de la ventana, permitiendo una apertura hacia el interior o el exterior, según el caso.
La principal característica de este tipo de apertura es el alto valor de aislamiento acústico y térmico que nos aporta.
Oscilante.
La apertura oscilante es una variación de la batiente.
Oscilobatiente.
Las aperturas oscilobatientes se caracterizan por combinar las dos anteriores aperturas.
Pivotante.
Las ventanas pivotantes se caracterizan por ser un tipo de apertura con sujeción en un eje central vertical.
Basculante.
La apertura basculante es igual que la anterior pero el eje central tiene una rotación horizontal.
Puertas y ventanas deslizantes.
Corredera.
La puerta o ventana corredera tradicional es aquella que se abre deslizándose de manera horizontal sobre su mismo marco.
Corredera osciloparalela.
Las puertas y ventanas osciloparalelas también tienen una apertura deslizante pero, a diferencia de las anteriores, en este caso el cierre es hermético sobre un mismo plano.
Corredera elevadora.
Este tipo de puertas y ventanas son las menos frecuentes y consisten en dos hojas con un cierre en forma de acordeón.