La puerta de nuestro hogar se caracteriza por ser un elemento disuasorio para evitar robos.
Hay que tener claras las diferencias entre las puertas blindadas y acorazadas.
Las primeras suelen fabricarse en madera y están cubiertas con una lámina de acero.
La segunda opción se caracteriza por ser totalmente de acero e incluye un buen cierre de seguridad.
La hoja, el marco, la calidad del material y el cierre son claves.
Asimismo, los anclajes y las bisagras pueden ser determinantes a la hora de comprar una puerta más reforzada y segura.
En este sentido, existen varias cerraduras, como las borjas, empotradas, multipunto, electrónicas o de alta seguridad, entre otras.
Lo más recomendable, es que cuentan con un sistema anti ganzúa.
La principal diferencia entre los diferentes tipos de puerta reside en la fabricación y los materiales que se emplean.
Holgura entre hoja y cerco: Esta holgura es el espacio que va a tener el ladrón para introducir una palanca para atacar la puerta.
Bisagras de la puerta: Son las que soportan el peso de la puerta, Si son escasas o de mala calidad, es seguro acabará descolgándose y dará problemas al abrir y cerrar.
Recomendamos un mínimo de 3 bisagras fijadas a la puerta de forma solida y con rodamiento a bolas.
Intercambiabilidad de los tableros: No afecta a la seguridad de la puerta, pero si facilita el mantenimiento y los posibles cambios.
Instalación de las puertas de seguridad en Zaragoza: Es uno de los aspectos más importantes y no solemos darle la misma atención.
Es importantísimo contar con profesionales de confianza a la hora de hacer la instalación.
La instalación debe considerar la solidez y características del muro y el peso de la puerta y actuar correctamente en cada caso.