La cuestión pasa por centrarse en los puntos positivos y en las capacidades de cada individuo para potenciarlos. La sociedad está evolucionado y cada vez es más tolerante con la comunidad sorda o que tiene alguna deficiencia auditiva. La inserción de subtítulos, entre los cuales existen unos subtítulos especiales para sordos al indicar cualquier referencia sonora, permite que las personas sordas pueda disfrutar del mismo contenido audiovisual y seguir la trama sin problemas. Además, cada vez hay más programas televisivos que incluyen a un intérprete de lengua de signos para hacer accesible la comprensión, lo cual supone otra opción para aquellos miembros de la comunidad sorda que sepan entender la lengua de signos. Esto es posible gracias a algunas leyes que obligan a incluir este tipo de accesibilidad en los programas televisivos y en los contenidos audiovisuales, lo que indirectamente repercute en una mayor concienciación social. En cualquier caso, el hecho de facilitar el acceso al ocio supone un avance hacia a la integración en la sociedad, ya que no discrimina a la comunidad sorda ni la excluye de su disfrute. Y eso es un avance importante que hay que valorar positivamente. Hoy en día existen otras alternativas para comunicarse; como por ejemplo, los teléfonos para personas con problemas auditivos. Gracias a los avances tecnológicos, los teléfonos del siglo XXI ya no solo sirven para hablar, sino que también permiten escribir, entre otras opciones. Al sustituir el elemento sonoro por el visual, se amplían horizontes y se mejoran las posibilidades. Y esto ayuda a que los integrantes de la comunidad sorda puedan relacionarse sin problemas con otras muchas personas, sin importar que no estén cerca o que desconozcan la lengua de signos.