El ancho ideal de un pasillo depende de cada caso concreto, pero se podría situar entre 1 y 1,5 metros como media.
No obstante, siempre hay que adaptarse a las características y necesidades de cada proyecto, buscando la funcionalidad y la estética del pasillo.
En España, el Código Técnico de la Edificación establece que el ancho mínimo de un pasillo debe ser de 0,9 metros, y que si el pasillo tiene una longitud superior a 15 metros, debe tener una anchura mínima de 1,2 metros.
Además, si el pasillo tiene puertas, debe haber un espacio libre de al menos 0,15 metros entre ellas.
En general, se recomienda que el ancho de un pasillo residencial sea al menos igual al ancho de las puertas que se abren a él.
Así se evita que las puertas interfieran con el paso o con el mobiliario del pasillo.
Según esta regla, el ancho mínimo de un pasillo residencial sería de unos 80 cm, que es el ancho estándar de las puertas interiores.
Sin embargo, esta medida puede variar según el tamaño y la distribución de la vivienda.
Por ejemplo, si el pasillo es muy largo o tiene muchas puertas, se puede optar por un ancho mayor para darle más amplitud y luminosidad.
En cuanto a la estética, el ancho de un pasillo también influye en la percepción visual del espacio.
Un pasillo estrecho puede parecer más amplio si se utiliza un color claro en las paredes y el suelo, se coloca un espejo o una ventana al final, o se ilumina con luces empotradas o apliques.
Por el contrario, un pasillo ancho puede parecer más acogedor si se utiliza un color cálido o contrastado en las paredes, se decora con cuadros o fotografías, o se coloca algún mueble auxiliar o planta.