Los edificios accesibles están diseñados para ser cómodos y seguros para todos, independientemente de sus capacidades físicas.
Los edificios accesibles son aquellos que cumplen con unos requisitos óptimos, tanto de accesibilidad como de libre circulación, respecto a cualquier usuario potencial.
Un edificio accesible facilita lo máximo posible su uso a personas con movilidad reducida, discapacidades visuales u otras limitaciones.
Mejorar la accesibilidad de los edificios es posible si se siguen unos cuidadosos procesos.
Sin duda lo ideal es concebir por completo el edificio desde la óptica de la accesibilidad desde el principio.
En el caso de edificaciones ya existentes o protegidas habrá que pensar detenidamente para adoptar las mejores soluciones posibles.
Se deben eliminar barreras, favorecer los espacios amplios, permitir el tránsito de personas en silla de ruedas, con muletas o andadores, colocar cartelería orientativa, instalar pasamanos y situar los paneles de botones a una altura correcta.
Las barreras de accesibilidad en los edificios pueden ser muy numerosas y, en algunos casos, muy poco conocidas para quien no ha de sufrirlas en su día a día.
Hay edificios que permiten un fácil acceso a las personas en sillas de ruedas, pero tan solo a la planta baja.
Pasillos laberínticos y/o mal señalizados pueden llegar a producir gran confusión en personas aquejadas de ciertas discapacidades, así como alargar inútilmente los trayectos de aquellas que han de realizarlo con gran dificultad.
Los elementos que hacen que los edificios sean accesibles son los siguientes: ausencia de escalones en el acceso o vía accesible alternativa, puertas automáticas y sonido, así como ausencia de segundas puertas en los ascensores, cartelería orientativa.
Para favorecer este hecho, existen ayudas disponibles para edificios accesibles.
En la actualidad, existen programas públicos que favorecen la realización de obras para mejorar la accesibilidad de viviendas y edificios públicos.
En España, por ejemplo, funciona actualmente el programa Plan Estatal de acceso a la vivienda 2022-2025, que prevé ayudas de hasta 17.000 euros por vivienda y un incremento de hasta 1.000 euros más si el inmueble se encuentra catalogado como BIC.
Existe además asociaciones como Fundación Mutua de Propietarios que realizan convocatorias periódicas y reparten ayudas, en este caso en concreto, a través del programa SIN BARRERAS.