Son muy seguras, por ello las de acero son tan atractivas en tal sentido. Aunque en realidad, las de aluminio y hierro también suplen esta necesidad. Por eso al instalar elementos fabricados con este material, se podrá estar tranquilo. Otra enorme ventaja es la durabilidad, los expertos estiman que la vida útil de las puertas metálicas es de 30 años. Esto, sin que pierda su alta calidad ni sus otras cualidades. Por lo tanto, a pesar de los costes, si se mide en el tiempo el beneficio siempre superará cualquier inversión. Además, ofrecen protección contra los rayos ultravioletas y su mantenimiento es simple y de bajos costes. Ello, motivado a que en realidad este tipo de puerta no exige mayor mantenimiento, con un paño seco para retirar el polvo, bastará. Por otra parte, son energéticamente amigables. Lo anterior, obedece a que no comunican las temperaturas exteriores con las interiores. Es decir, no permiten que el frío o el calor de fuera, entre al recinto. Debido a ello, el control de temperatura estará garantizado y, sí se quiere, bastará con abrir la puerta. Otra razón por la cual son altamente demandadas es que minimizan el ruido. Esto es posible, porque los metales aíslan los sonidos del exterior, impidiendo que ruidos molestos alteren el silencio de la vivienda, o lugar de trabajo. Asimismo, impedirán que los sonidos internos se propaguen hacia afuera, lo que significa un extra en privacidad y tranquilidad.