Cuando se habla de un sistema de puerta corredera doble se hace referencia a una puerta que dispone de dos hojas.
Es decir, en lugar de tener una sola hoja que se desplaza de manera paralela al muro, el espacio se divide en dos tramos.
Este tipo de puertas funcionan mediante raíles que se instalan en el suelo.
Sirven de guía para que la hoja se desplace por ellos al abrirse y cerrarse.
Es muy importante fijar bien los raíles para que no entorpezcan el desplazamiento de la puerta.
También hay que cuidar la altura del raíl para que no moleste en el paso ni impida el movimiento de la puerta.
Como la puerta se mueve por estas guías, es esencial que durante la instalación se vigile el equilibrado de las puertas.
De otra manera el sistema de ruedas con rodillo, responsable del desplazamiento, no va a funcionar correctamente.
El sistemas de puerta corredera doble automatizado dispone de dispositivos especiales que garantizan un cierre suave, sin golpes bruscos que pueden acabar desequilibrando y afectando al correcto funcionamiento de la puerta.
Tanto el impulso de arranque como el de parada son suaves.