El marcado CE es el pasaporte para los productos, garantizando su libre circulación en el Espacio Económico Europeo.
El marcado CE centra su razón de ser principal en la seguridad de los usuarios de los productos y en el cumplimiento de las normas armonizadas europeas.
El marcado CE determina unos niveles mínimos de seguridad, funcionalidad, ahorro energético y protección ambiental comunes en Europa.
La certificación CE o certificación europea consiste en un proceso de evaluación de la conformidad, en el que pueden formar parte organismos de certificación notificados como AENOR, por el cual, el fabricante o su representante autorizado asumen la responsabilidad de las prestaciones declaradas y la conformidad con los requisitos del marcado CE.
La certificación de marcado CE puede integrarse con certificaciones voluntarias, tanto de producto como de sistemas de gestión de la calidad basado en la norma UNE-EN ISO 9001.
El marcado CE permite acceder sin restricciones al mercado europeo, evitando barreras técnicas.
El marcado CE se reconoce además en otros mercados a nivel global.
Para comercializarse, los productos y equipos eléctricos deben cumplir los criterios técnicos recogidos en la legislación de la Unión Europea de armonización aplicable, incluyendo la colocación del logotipo sobre el producto o la documentación de acompañamiento, independientemente del lugar de fabricación del producto.
Como certificado de conformidad europeo, debe cumplir con los criterios establecidos en las Directivas o Reglamentos Europeos, así como en las normas técnicas EN si procede, que aplican a la comercialización del producto.
Cuando un Organismo Notificado participa en la fase de control de la producción de conformidad con la legislación de armonización de la Unión Europea aplicable, su número de identificación debe figurar junto al marcado CE.