La fibra de vidrio no se pudre, a diferencia de la madera, que sí lo hace y puede albergar insectos u hongos. La madera requiere proceder de explotaciones responsables para mantener su etiqueta de «material sostenible». La fibra de vidrio actúa como un aislante que reduce drásticamente la propagación del fuego, a diferencia de la madera, que es vulnerable al fuego y puede representar un peligro. Además, la fibra de vidrio es resistente a la humedad y no se deforma, lo que la hace más duradera. No necesita mantenimiento regular, mientras que la madera requiere tratamientos como barnices y pinturas para preservar su aspecto y funcionalidad, por lo que los productos de fibra de vidrio son la mejor opción. A menudo, la madera no recibe un tratamiento preservador adecuado, quedando expuesta al ataque de plagas que pueden comprometer su estructura. Las estructuras de fibra de vidrio, en cambio, ofrecen estabilidad y no generan inestabilidades típicas de la madera, que no es considerada un material sostenible a largo plazo. Con los productos de FRP, es posible realizar construcciones más amplias y variadas que con la madera. La fibra de vidrio contribuye positivamente al medio ambiente, ya que los productos elaborados con este material suelen tener una larga vida útil, en contraste con la madera, cuya vida útil es generalmente menor. Fibra de Vidrio: Menor impacto a lo largo de su vida útil, requiere menos reemplazo debido a su durabilidad. Madera: Impacto ambiental significativo si no proviene de fuentes sostenibles; susceptible a la deforestación. Fibra de Vidrio: Prácticamente sin costos de mantenimiento; no requiere tratamientos periódicos. Madera: Necesita mantenimiento regular, lo que aumenta los costos a lo largo del tiempo. Fibra de Vidrio: Excelente resistencia a la corrosión, no se deforma ni pudre. Madera: Vulnerable a la humedad, insectos y pudrición, lo que puede comprometer su integridad estructural.