¿Las puertas de seguridad disuaden a los ladrones?

Las puertas de acero son las más seguras y duraderas, capaces de resistir intentos de entrada forzada. Después, las puertas de madera maciza, aunque pueden ser más susceptibles a los daños por el clima, proporcionan una buena seguridad y dan un aspecto cálido y acogedor a tu hogar. Y por otro lado, las puertas de fibra de vidrio, que ofrecen una protección comparable a las puertas de acero y madera, pero son más resistentes a las condiciones climáticas adversas. Estas luces con detección de movimiento aportan gran reconocimiento por su efectividad para disuadir a los delincuentes, y afortunadamente, existen opciones asequibles. Colocar un cartel de videovigilancia en la entrada de la casa es una medida efectiva y disuasoria. Este letrero envía un mensaje claro a los posibles intrusos de que nuestra propiedad está bajo vigilancia constante y que se tomarán medidas en caso de cualquier actividad sospechosa. Estos carteles actúan como una capa adicional de seguridad, ya que los ladrones probablemente buscarán otros lugares más fáciles y menos protegidos. Este tipo de cristal está diseñado para ser mucho más difícil de romper que el cristal común, lo que puede disuadir a los ladrones de intentar romper tus ventanas.

Un nivel 3 de seguridad es fácil de conseguir y sitúa al propietario del domicilio entre ese 20% que cuenta con sistemas de seguridad que disuaden a los cacos. El tiempo es una de las claves para disuadir a los asaltantes. La presencia de sistemas de seguridad es otro de los elementos que ayudan a alejar a ladrones. Íntimamente relacionado con el tiempo durante el cual podrán permanecer dentro de la vivienda, son conscientes de que asaltar una casa con estos sistemas supone una llamada inmediata a la policía y una alarma que, probablemente, alerte a vecinos. Con respecto al ruido, los ladrones suelen desistir de robar aquellas viviendas en las que necesitan taladros u otras herramientas cuyo sonido podría atraer a vecinos o paseantes. Según la Asociación de Cerrajeros de Madrid, el 80% de las puertas de acceso a vivienda son accesibles para los ladrones mediante estas nuevas técnicas.

No es una cámara falsa. No es una alarma sin conexión real. Y definitivamente no es un cerrojo que puedes comprar en cualquier ferretería. Lo que los ladrones evitan a toda costa es perder tiempo. Cada segundo extra que una puerta resiste es una amenaza directa a su «éxito». Una cultura de prevención empieza con información. Muchas veces no es cuestión de falta de medios, sino de falta de conciencia. La seguridad no debe activarse después de un robo, sino mucho antes. ¿Tu puerta resiste más de tres minutos? Si no puedes responder con certeza, tal vez sea hora de hacer una revisión seria. Evitar robos no consiste en poner más cerraduras ni en tener rejas por todas partes. La clave está en implementar medidas inteligentes, como una correcta iluminación, puertas reforzadas certificadas, control de accesos y cierres automáticos fiables. Como complemento, un sistema que garantice el cierre seguro de la puerta sin depender del factor humano puede ser la diferencia entre una tentativa frustrada y una intrusión consumada.

El 41% de los ladrones admitió que un robo en casa surgió de una oportunidad, así que asegurar tus ventanas y puertas es un gran primer paso para ayudar a que tu hogar sea a prueba de robos. La iluminación, especialmente la iluminación activada por movimiento, puede ser muy útil para disuadir a un intruso que se sorprende por la súbita iluminación de la propiedad. Un sensor en tus puertas delantera y trasera, junto con tus ventanas del primer piso, puede alertar a los residentes si alguien ha entrado en el hogar. Asegúrate de usar una puerta para mascotas activada por collar o de tener un sensor conectado a esta área también. La proactividad es la clave para garantizar que tu hogar sea un lugar seguro. La estadística de 2500 robos al día seguramente se queda muy por debajo de las cifras reales. En ciudades como Madrid o Barcelona, Sevilla, Valencia o Toledo, las cifras se disparan, y un 57.5% de estos implican entrada forzada. Esto significa que aproximadamente el 43% de los robos no requieren el uso de la fuerza; los delincuentes acceden a través de una puerta o ventana abierta o desbloqueada.