Una opción para evitar que entre agua por la puerta es instalar un burlete en la parte inferior. Este accesorio se coloca en la base de la puerta y ayuda a sellar el espacio entre ésta y el suelo, impidiendo la filtración de agua. Otra alternativa eficaz es colocar una junta de goma alrededor del perímetro de la puerta. Esta junta forma un sello hermético que evita la entrada de agua, especialmente en días de lluvia intensa o en áreas propensas a inundaciones. También es recomendable instalar un canalón o canal de desagüe en la parte superior de la puerta para evitar que el agua se acumule en esta zona y se filtre hacia el interior. En algunas ocasiones, cuando llueve fuerte o hay inundaciones, es común encontrar algo en las puertas de las casas o negocios que evita que el agua entre en el interior, como un umbral que cumple la función de actuar como una barrera para impedir que el agua penetre en el interior de un lugar cuando se produce una inundación o hay una lluvia intensa. El umbral suele ser de material resistente al agua, como metal, plástico o goma, y se coloca en la parte inferior de la puerta para sellarla y evitar filtraciones. Además, una opción sencilla y económica es utilizar un felpudo absorbente en la parte exterior de la puerta, que ayuda a retener el agua y la suciedad que puedan entrar, manteniendo el interior limpio y seco.