El proceso inicial no difiere en nada del acabado brillo, así que prepararemos los diseños en el ordenador y enviaremos a la impresora. Lo normal es utilizar una impresora láser, aunque otra opciones también serán válidas. Evita el papel estándar de 80 gramos y sube a 100-120 gramos, de esta manera tendrá un mejor acabado y la fabricación tendrá más consistencia y evitaremos roturas de papel al ejercer la presión en la fabricación.
Esta bobina puede ser con acabado mate, brillo o la que más nos gusta, soft, una terminación en mate que no se ralla y que deja un acabado aterciopelado además del mate.
El acabado mate tiene una baja reflectividad y dispersa la luz en múltiples direcciones, lo que reduce los reflejos.
El acabado mate suele tener una textura más rugosa o áspera al tacto debido a su menor capacidad de reflejar la luz.
El acabado mate tiende a ocultar mejor las imperfecciones, ya que la dispersión de la luz reduce la visibilidad de marcas y arañazos.
El acabado mate tiene un aspecto más sobrio y contemporáneo, y se usa en productos como muebles modernos, envases de productos de belleza y algunos dispositivos electrónicos.
El acabado mate suele ser más fácil de mantener, ya que las imperfecciones son menos visibles, pero puede ser más propenso a las manchas de grasa.