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¿Cómo se clasifica una puerta?

Lucas Velázquez
Lucas Velázquez
2025-07-12 05:18:50
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Las puertas se clasifican según su composición, siendo algunas de ellas puertas macizas, puertas blindadas o puertas acorazadas. Puertas macizas son puertas elaboradas con materiales macizos, generalmente en madera y se pueden conseguir en el mercado en cualquier tipo de diseño y acabado. Puertas blindadas son puertas con marcos de madera con chapas de acero de seguridad en el interior. Puertas acorazadas ofrecen gran resistencia ante cualquier impacto, estas tienen una estructura de hierro o acero, generalmente tanto el cerco como las chapas interiores son de acero. También se clasifican según su apertura, siendo puertas pivotantes, que giran en función de un eje vertical utilizando pernos giratorios, o puertas abatibles, que utilizan bisagras que fijan la puerta al marco que ceden la apertura. Según los materiales de composición, existen chapadas, que son más económicas, aluminio, que es un material seguro, duradero y resistente, o huecas o entamboradas, que son ligeras y económicas, aunque menos aislantes. También se pueden clasificar según el sistema de apertura, como plegables, correderas o abatibles. Las plegables están elaboradas en varias láminas que se pliegan una sobre otra para dar acceso al paso. Las correderas son una opción para ganar espacio en las estancias, ya que al abrirse no ocupan espacio, y existen variedades como empotradas o sobrepuestas. Las abatibles son los tipos de puerta más común para dividir estancias, pueden ser de una o de dos hojas y necesitan un poco más de espacio para poder realizar su apertura.
Arnau Guerrero
Arnau Guerrero
2025-07-12 04:59:36
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Las puertas según esta normativa se clasifican en función de 6 aspectos: Resistencia de la estructura a la efracción (común a la norma UNE-EN 1627:2011): Grados del 1 al 5. Protección de los elementos de cierre frente a ataques manuales: Grado A, B o C. Protección de la llave y el cilindro frente a ataques no violentos: Grado 0 o 1. Nivel de seguridad de los accesos: Grado 0, A, B o C. Nivel de detección de acceso no autorizado y ataque: Grado 0 o 1. Método de instalación: Grado 0, A o B. Como resultado, obtendremos una clasificación de 6 dígitos. Para simplificar, solemos fijarnos en los dos primeros, que reflejan la resistencia a la efracción (rotura de la puerta) y a los ataques a los elementos de cierre. Grados de resistencia de la estructura a la efracción Grado 1: sin resistencia frente a un ataque de fuerza. Grado 2: la puerta resiste, durante 3 minutos, a ataques con destornilladores pequeños (menos de 25 cm), mordaza de tubos, cuñas de plástico y madera, alicates, mazo de caucho y cuchillo. Grado 3: resistencia, durante 5 minutos, a las herramientas anteriores más pata de cabra (máximo 70 cm), martillo cerrajero (máximo 200 gr) y cinceles. Grado 4: resistencia durante 10 minutos a las herramientas de los grados 2 y 3, más cortafríos (25 cm), formón (35 cm), tijeras de cortar chapa, maceta (1,25 kg), hacha, taladro inalámbrico con brocas HSS O HS/CO (hasta 13 mm). Grado 5: resistencia de 15 minutos frente a todas las herramientas anteriores, más amoladora de 1.100 w y discos de 125, sierra de sable de 1.100 w, y taladro de 650 w con brocas de punta de carburo. Grados de resistencia del sistema de cierre frente al ataque manual Grado A: el sistema de cierre resiste a un ataque con extractor de cilindros, mordazas de presión, rompe bombines, tornillos de extracción, tubos de acero, ganzúa magic key e imán de neodimio. Grado B: todas las herramientas anteriores más ataque con taladro. Grado C: las herramientas de los grados A y B, más amoladora recta, broca de carburo y fresa en espiral de acero dura.