Las puertas abatibles funcionan con bisagras y requieren un área libre para abrirse hacia dentro o hacia fuera, lo que puede ser un inconveniente en estancias pequeñas. Por su parte, las puertas correderas pueden tener pequeñas aberturas que permiten la fuga de sonido o temperatura, lo que puede ser un factor determinante en espacios donde se requiere privacidad o eficiencia energética. Puede requerir ajustes en los rieles con el tiempo. Suele ser más costosa, especialmente si es empotrada. Requiere espacio libre para su apertura total. Menos eficiente, ya que puede haber huecos entre la hoja y la pared. Son ideales para lugares reducidos donde una puerta abatible no podría abrirse cómodamente. Generalmente más económica. Se desliza sobre un riel, empotrada o sobre la pared. Se abre hacia dentro o hacia fuera con bisagras. Puede ser más compleja, sobre todo si se empotra en la pared. Fácil instalación, solo necesita bisagras y marco. Mejor aislamiento al cerrar completamente contra el marco. Sencillo, solo bisagras y posibles retoques en la pintura. Minimalista y moderna, ideal para espacios pequeños. Más tradicional y adaptable a cualquier diseño. No ocupa espacio al abrirse, pero necesita un área libre en la pared o en el interior del muro.