Un búnker subterráneo eficaz debe cumplir con varios estándares básicos de seguridad y equipamiento para garantizar la protección frente a amenazas externas.
Entre otras cosas, debe estar situado a un mínimo de 10 metros bajo tierra, con una losa de hormigón de al menos un metro de grosor para resistir explosiones y radiación, así como contar con puertas blindadas y estancas que protejan contra la presión y posibles contaminantes del exterior.
Un búnker debe tener al menos dos habitaciones.
Una de ellas debe destinarse exclusivamente a la maquinaria esencial, que incluye: generadores eléctricos, baterías o depósitos de gasoil para garantizar una fuente de energía autónoma, un sistema de renovación y filtrado de aire con filtros NBC y depósitos y sistemas de distribución de agua potable.
Los búnkeres suelen estar bajo tierra, lo que dificulta mantener contacto con el exterior.
Equipos de radioaficionado de onda corta son una solución clave, ya que no dependen de redes tradicionales.
Estos dispositivos permiten recibir noticias y comunicarse en emergencias, aunque requieren antenas externas para su funcionamiento.
La electricidad es fundamental en un refugio.
Dispositivos como Tesla Powerwall, Generac PWRcell o baterías similares son ideales, ya que almacenan suficiente energía para días o semanas.
Son baterías que se recargan con electricidad y pueden proporcionar hasta 18 kilovatios hora durante un día seguido.
Un sistema de agua potable en un búnker debe incluir depósitos de almacenamiento resistentes, con capacidad para al menos 100 litros por persona a la semana, filtros de purificación como ósmosis inversa, carbón activado y esterilización UV, y sistemas de presurización mediante bombas autónomas.
También es clave contar con sensores para monitorear la calidad del agua y, si es posible, tecnologías de recolección de agua de lluvia o reciclaje de aguas grises para usos secundarios.
Es conveniente disponer de un purificador de aire para evitar la acumulación de dióxido de carbono y las partículas tóxicas que puedan llegar del exterior.
En este caso, los filtros del aire más efectivos serían los NBC.
Para cocinar, hervidores eléctricos o placas de inducción son preferibles, ya que generan menos humo y son más seguras en ambientes cerrados.
Incluir un detector Geiger para medir niveles de radiación, así como máscaras y trajes de protección para emergencias.