El vidrio, resistente al fuego, es un material no combustible que ofrece una excelente eficiencia en términos de aislamiento térmico.
Está diseñado para soportar altas temperaturas y prevenir la propagación del fuego, proporcionando una barrera segura que puede salvar vidas y proteger propiedades.
El hormigón y el ladrillo son materiales tradicionalmente conocidos por su durabilidad y resistencia al fuego.
Estos materiales ignífugos no solo soportan temperaturas extremas, sino que también mantienen su integridad estructural durante un incendio, evitando el colapso de las edificaciones.
Su capacidad para actuar como barreras físicas que ralentizan la propagación del fuego hace que sean una elección popular en la construcción de muros, suelos y estructuras de soporte.
Los materiales resistentes al fuego, como el vidrio especializado, el hormigón y el ladrillo, ofrecen una protección robusta contra incendios y mejoran la seguridad de las estructuras.