La radiofrecuencia es un término que se refiere a una técnica que utiliza corrientes eléctricas de alta frecuencia para generar calor. Al tratarse de una técnica no invasiva o mínimamente invasiva, ofrece a los pacientes una opción de tratamiento con menor riesgo de complicaciones en comparación con las intervenciones quirúrgicas tradicionales. Dentro de la Medicina, la radiofrecuencia se ha establecido firmemente en campos como la Dermatología, la Medicina Eestética, la Cardiología y la Neurología, por mencionar algunos. Sin embargo, sus aplicaciones son vastas y siguen expandiéndose a medida que la tecnología avanza y se desarrollan nuevos equipos y técnicas. La radiofrecuencia ha revolucionado el tratamiento de problemas cutáneos como la flacidez de la piel, las arrugas y la celulitis. Al generar calor en las capas profundas de la piel, esta técnica provoca una contracción del colágeno existente y estimula la formación de nuevo colágeno. Por otro lado, en el campo de la Cardiología, la radiofrecuencia se utiliza en procedimientos de ablación para tratar arritmias cardíacas. En Neurología, la radiofrecuencia se emplea en la ablación de ganglios y nervios para tratar problemas de dolor crónico. La radiofrecuencia se utiliza para generar calor y destruir células tumorales en la termoablación de tumores.