Puerta giratoria es una expresión que hace referencia a la situación en la que un alto cargo público deja o finaliza su puesto en el sector público, pasando a ocupar un alto cargo en el sector privado. Habitualmente para una gran empresa. Por tanto, cuando hablamos de puertas giratorias, casi siempre estamos haciendo referencia a la situación en la que un alto cargo público se marcha de su puesto, o finaliza el mismo, ocupando posteriormente un alto cargo en una empresa en el sector privado. Esta expresión se utiliza de forma peyorativa. Ya que, en una gran mayoría de casos, estos movimientos se hacen para utilizar la figura de este alto representante en beneficio de la empresa y el empresario. Dado que la persona ha ocupado puestos de responsabilidad en la Administración Pública, esta conoce bien el funcionamiento, a la vez que cuenta con contactos y amistades dentro de la propia Administración. Por esta razón, las empresas contratan a esta persona, para tratar de aprovechar esos contactos, el conocimiento, así como todo lo que este puesto le ha reportado, y sacar un beneficio para la empresa. Las puertas giratorias en el mundo: El Amakudari en Japón Aunque la expresión hace referencia a España, hemos de decir que este tipo de prácticas están presentes en todo el mundo. En Japón, por ejemplo, al político o al funcionario que pasa del sector público al sector privado se le denomina «Amakudari«. Al igual que las puertas giratorias, el Amakudari es aquel alto cargo japonés que deja su puesto en el sector público para unirse al sector privado, al mundo de la empresa. Por tanto, hablamos de una práctica muy presente en España, pero muy extendida por todo el planeta. El cargo público, como sabemos, cuenta con poder y contactos dentro de la Administración. Estos contactos que tiene pueden servirle a una empresa privada para obtener un beneficio o un trato de favor. Por esta razón, las empresas contratan a estos cargos públicos. De esta manera, estos políticos o funcionarios actúan como representantes de la empresa y, utilizando todo aquello que le ha aportado su puesto en la Administración y en el Estado, persiguen un beneficio para la misma que, sin este, no habrían podido obtener.