Los pavimentos podotáctiles, también conocidos como encaminamientos, son un componente esencial en la búsqueda de la accesibilidad universal en espacios públicos y edificios. Estas superficies táctiles especiales están diseñadas para guiar y proporcionar información crucial a las personas con discapacidad visual o movilidad reducida, permitiéndoles navegar de manera segura y autónoma por entornos urbanos y arquitectónicos.
Los pavimentos podotáctiles están compuestos por botones y bandas en relieve, que se instalan en el suelo de calles, aceras, estaciones de transporte público, edificios y otros lugares públicos.
Estas superficies táctiles utilizan relieves en forma de puntos, líneas, o estrías para transmitir información táctil a través del tacto y el uso del bastón.
Estos elementos táctiles se utilizan para varios propósitos fundamentales:
Orientación: Los pavimentos podotáctiles indican direcciones y rutas seguras, permitiendo a las personas con discapacidad visual encontrar su camino en espacios desconocidos, como estaciones de tren, aeropuertos o áreas urbanas.
Alerta de Obstáculos: Estas superficies alertan sobre obstáculos potenciales, como escalones, rampas, cruces peatonales y cambios en la superficie del suelo, proporcionando información crucial para evitar accidentes.
Zonas de Cruce: Los pavimentos podotáctiles también se utilizan en zonas de cruce peatonal, marcando dónde es seguro cruzar la calle y garantizando la seguridad de los peatones.
Advertencia de Peligros: En áreas de construcción o peligro, estos pavimentos sirven como señal de advertencia, manteniendo a las personas informadas y seguras.