La escoba, la mopa y la fregona son los elementos habituales para la limpieza de suelos.
Sin embargo, en el caso de los suelos antideslizantes siempre se recomienda el uso de una aspiradora, ya que tiene una mayor capacidad para evitar la acumulación de la suciedad y le resulta más fácil eliminar restos incrustados.
Con Jabón pH Neutro mezclado con agua.
Otro de los productos que se suelen utilizar con buenos resultados es el alcohol mezclado con jabón de lavavajillas.
Esta mezcla se utiliza para eliminar manchas de grasa, por ejemplo, que cuesta eliminar de otro modo.
Utilizar lejía diluida de manera correcta en una cantidad de agua caliente correspondiente hará que las manchas más persistentes salten sin perjudicar el suelo antideslizante.
Para casos en los que hay que eliminar manchas de pintura o barniz fruto del trabajo que se realiza en el local, o de una reparación, siempre se puede utilizar un algodón impregnado de acetona.
Hay que llevar a cabo este proceso de limpieza con cuidado, puesto que la acetona es un material bastante abrasivo y en según que casos puede causar desperfectos.
Al igual que la mezcla de lejía y alcohol, la de vinagre blanco, alcohol y agua es una excelente opción para la limpieza de suelos antideslizantes.
Se trata de una opción barata y casera que ofrece unos resultados inesperados.
Es recomendable seguir las pautas de uso indicadas por los fabricantes para que los productos sean efectivos y ofrezcan los resultados esperados.
Además de los trucos ofrecidos, es importante disponer de algún modelo de fregonas para suelos antideslizantes.
Se trata de un complemento para la limpieza especialmente indicado para estos suelos porosos y antideslizantes que suelen presentar mucha resistencia a la limpieza con fregonas habituales.
Siguiendo estos trucos y consejos, responder a la pregunta de cómo limpiar suelos antideslizantes es sencillo: basta con aplicar algunos de los métodos recomendados para obtener resultados satisfactorios y unos suelos que luzcan siempre como nuevos.