El rayo que llega a la separación entre dos medios distintos, puede ocurrir que la luz penetre en el segundo medio o que rebote hacia el medio del que provenía.
Refracción es la desviación de un rayo de luz cuando pasa de un medio a otro.
El rayo que llega a la superficie de separación de los dos medios se conoce como rayo incidente, y el rayo que sale y penetra en el segundo medio rayo refractado.
La normal es la recta perpendicular a la superficie de separación de medios en el punto de incidencia.
Se cumple que: El rayo incidente, el rayo refractado y la normal están en el mismo plano.
Cuando la luz pasa de un medio donde circula más rápida a un medio en el que es más lenta, el rayo refractado se acerca a la normal y, si es al revés, se aleja.
Si el rayo incide perpendicularmente a la superficie, no se desvía.
Un prisma óptico es un objeto de material transparente con dos caras planas que no son paralelas entre sí.
Los rayos de luz los atraviesan siguiendo las leyes de la refracción y desviándose dos veces respecto a la trayectoria inicial.
La luz que a nuestros ojos aparece como blanca está compuesta por la reunión de rayos de distintas energías.
Cada una, separada de las demás, es apreciada por nuestros ojos como un color distinto.
Todos los colores de la luz viajan a la misma velocidad pero cuando se refractan, no se desvían por igual.
Los rayos de mayor energía se desvían más que los rayos con menor energía.
Así, cuando la luz blanca atraviesa un prisma, sufre doble refracción y unos haces de luz se desvían más que otros separándose.
Se dice que la luz descompone.
Esto puede verse también cuando la luz atraviesa los diamantes y ocasiona las irisaciones características.
También ocurre al atravesar las gotas de agua de la lluvia, en cuyo caso se forma en el cielo el conocido arco iris.