Pocos accidentes con este tipo de puertas
En la actualidad las puertas automáticas cuentan con diferentes mecanismos que les aportan gran seguridad.
Sin embargo, existen determinados riesgos de las puertas automáticas que se deben conocer para evitar accidentes.
Dejando a un lado los posibles problemas que puedan aparecer puntualmente, hay que tener en cuenta que todos los mecanismos se desgastan con el uso.
Es posible que el motor falle con el paso del tiempo, sobre todo en puertas con mucho flujo de tráfico.
Otro de los riesgos de las puertas automáticas son los fallos eléctricos.
En ocasiones las puertas automáticas fallan por un problema de electricidad.
Una instalación defectuosa puede acarrear cortocircuitos e incluso incendios.
No ponga en riesgo la seguridad de los usuarios haciendo una instalación chapucera.
Los especialistas se encargarán de hacerlo adecuadamente.
Muchas de las puertas automáticas cuentan con células fotoeléctricas, detectores de presencia y células anti-aplastamiento.
Cuando éstas fallan, pueden producirse aplastamientos o atrapamientos.
De ahí la importancia de una revisión periódica y exhaustiva de todos los elementos de seguridad.
Por otra parte, las células han de regularse para detectar personas en silla de ruedas o niños pequeños.
Hay veces en las que un golpe fortuito contra la puerta o sus mecanismos puede derivar en problemas mayores.
Es el caso de las caídas de las puertas.
Cualquier deformación en el recorrido de la puerta puede producir atascos o que ésta se salga, constituyendo un grave riesgo para los usuarios.
También ha de considerarse que en las puertas correderas, un atasco en los raíles puede provocar que la puerta se pare o descarrile.