¿Pueden los ladrones abrir puertas eléctricas?

La posible falta de corriente en una dada ocasión, no supone un problema para la cerradura eléctrica, ya que la misma podrá abrirse igualmente con su propia llave. Sin embargo, al haber instalado la cerradura, de nada servirá que los ladrones logren desbloquear manualmente el automatismo puesto que, de todos modos, la cerradura quedaría igualmente cerrada. La mayoría de los brazos, conectados al motor del automatismo, pueden desbloquearse con una simple llave de plastico triangular o con una llave de cifrado simple. La cerradura eléctrica, con su cerrojo, obviamente permite una protección adicional. Los ladrones podrían aprovechar de dicho desbloqueo para abrir furtivamente la puerta aún sin tener el mando.

Los tipos de cerraduras avanzan con el paso del tiempo y cada vez son más avanzadas. Los últimos modelos del mercado son cerraduras electrónicas e inteligentes. La Unión de Cerrajeros de Seguridad ha asegurado que hasta un 80% de las cerraduras que se utilizan en España se han quedado obsoletas. La mayoría de ellas se pueden abrir con herramientas simples que se pueden comprar en cualquier ferretería. Todas las que no tienen la etiqueta de 100% de seguridad se pueden abrir con el Topolino. Las cerraduras más seguras son aquellas que incluyen especificaciones como protección anti-dumping y anti-impresioning. El problema aparece en las cerraduras que tienen más de 25 años de antigüedad, muchas de ellas ya obsoletas. La Unión de Cerrajeros de Seguridad ha pedido al Gobierno que desarrolle un plan de renovación para cambiar progresivamente las cerraduras de todo el país. La organización estima que actualmente se pueden forzar en cuestión de segundos cuatro de cada cinco.

La integridad de una vivienda depende en gran medida de la cerradura, ya que es el principal punto de acceso para los ladrones. Una práctica común para sentirse más seguro al dormir es dejar la llave en la cerradura, con la idea de que esto impedirá que alguien la fuerce desde el exterior. No obstante, este método no es tan efectivo como se cree. Según Samuel Prieto, del Instituto Superior de Seguridad Pública (Netpol), esta medida no aporta mayor seguridad y, en algunos casos, puede ser contraproducente. En la mayoría de los países europeos, los bombines de embrague simple están prohibidos, ya que impiden abrir la puerta desde fuera si la llave está puesta por dentro. Además, muchos cerrajeros desaconsejan esta práctica, pues no proporciona una verdadera protección. Proteger la cerradura puede ser más sencillo de lo que parece. Según explican los cerrajeros especializados en seguridad de la cuenta de Instagram @dismaur, «el primer paso para proteger nuestra puerta, sea del tipo que sea, es ocultar cualquier información visible que pueda facilitar el trabajo de los ladrones». Esto incluye la marca de la cerradura, el tipo de bombín u otros detalles que puedan ayudar a los delincuentes a abrirla con mayor rapidez. Para ello, se recomienda instalar un escudo de seguridad. Este elemento protege el bombín o cilindro de la cerradura, impidiendo que los ladrones accedan a su mecanismo interno. Tal y como explican, «una vez puesto, el ladrón no sabe qué tipo de cilindro hay detrás, y esto nos da una gran ventaja». Otras formas de proteger tu cerradura Además de instalar un escudo de seguridad, existen otras medidas que pueden ayudar a reforzar la cerradura y hacer que el acceso a la vivienda sea mucho más difícil para los ladrones. Una de las opciones más efectivas es cambiar el bombín por uno de alta seguridad, diseñado para resistir técnicas como el bumping, el ganzuado o el taladro. También es recomendable añadir cerrojos adicionales, como los de tipo FAC, que proporcionan una capa extra de protección. Otra alternativa es instalar una barra antipánico o un bloqueo nocturno, que impiden que la puerta se abra incluso si la cerradura ha sido forzada. Además, reforzar el marco de la puerta con chapas metálicas o sistemas de refuerzo puede evitar que los delincuentes la manipulen con palancas. Por último, instalar una mirilla digital o una cámara de vigilancia en la entrada permite monitorear cualquier actividad sospechosa y disuadir posibles intentos de robo.

El inhibidor de frecuencia es un método que consiste en el sabotaje de las frecuencias de la vivienda, se corta la luz y la línea telefónica de la propiedad, anulando así las funciones y capacidades de cualquier sistema de alarmas instalado en el interior de la vivienda. Sin corriente eléctrica, se restringe la operatividad de todos los aparatos y dispositivos móviles que requieren del uso de electricidad para su funcionamiento. Un sistema de alarmas anti inhibición imposibilita este ataque tan recurrente en la actualidad a la hora de acceder al interior de las propiedades. Otro método muy utilizado por los cacos es la colocación de un imán en la cerradura, en caso de que la llave esté puesta en la cerradura, el imán permite el giro de la llave y la apertura de la puerta de entrada. La ganzúa es una herramienta formada por un fuerte alambre doblado en uno de sus extremos, que se utiliza para abrir cerraduras, mediante este método, los ladrones sustituyen la llave por este instrumento, consiguiendo el mismo fin: abrir la puerta de una vivienda cerrada. Pese a que las nuevas tecnologías han dado pie a la introducción de técnicas cada vez más novedosas y avanzadas, lo cierto es que los métodos más artesanos todavía no han sido olvidados, siendo el modus operandi de muchos de los ladrones que acceden al interior de las viviendas. El Bumping es un método muy utilizado que hace alusión a la introducción de una llave maestra en la cerradura de la vivienda y el golpeo de la parte posterior de la llave, se consigue la apertura de la puerta de la vivienda con la mayor discreción y el menor ruido posibles, debido a la rotura de los cilindros del bombín.