¿Qué tipo de horno es más saludable?

La función vapor del horno es sinónimo de cocina sana, porque ayuda a conservar las propiedades de los alimentos gracias a la combinación del calor seco con el vapor. Obtendrás platos más sanos y de digestión ligera. Porque al no utilizar aceite no agregas grasas no deseadas, y además evitas las toxinas que se originan en los fritos a altas temperaturas. En el mundo de los hornos de vapor se habla mucho de la conservación de los nutrientes de los alimentos, porque cocinan de una manera más natural. Los pescados, las carnes y los mariscos salen del horno con mucho sabor y pocas calorías. Las verduras conservan su humedad, su sabor y su apariencia.

Los hornos de vapor combinan ese calor seco que utilizan los convencionales con el vapor. Los hornos de vapor están triunfando en el mercado porque se caracterizan por “cocinar” alimentos más sanos. La diferencia horno vapor y horno convencional es que los hornos a vapor, permiten conservar las propiedades, vitaminas y minerales de nuestros platos. Consiguen no alterar las sustancias nutritivas y esto nos facilita la digestión. Cocinando al vapor se retiene la humedad, por lo que se mantiene el sabor y la textura original de los alimentos. Las moléculas de agua son mejores conductoras del calor que el aire caliente por lo que se consigue cocinar de una forma más homogénea, y también gracias a sus sistemas de regulación del vapor, por lo que no correremos el riesgo de que nuestros platos se quemen. Además acortan el tiempo de cocción y reducen el consumo de energía. Si cocinamos a temperatura baja, el vapor y el calor se combinan para cocinar unos platos lentamente. Por ello, los platos conservarán su sabor natural.

La más grande tendencia que hemos escuchado este siglo en el mundo de la gastronomía es la cocina saludable. Desde las freidoras de aire caliente hasta los hornos de vapor o de convección, lo importante es reducir el consumo de grasas y preservar los nutrientes de los alimentos. Un horno de vapor funciona colocando agua en un depósito, de forma tan sencilla como lo harías en una plancha de vapor, la cual se calienta gracias a un anillo calefactor hasta que se convierte en vapor. Esto generará un calor con humedad, perfecto para carnes jugosas y verduras al dente. Calor y humedad: El horno de vapor mantendrá tu platillo húmedo. Este tipo de calor es perfecto para que la masa de un pan crezca más. Las recetas de carne, como el pavo navideño, quedarán más jugosas por dentro. Cualquier alimento que requiera mantenerse húmedo durante su cocción se beneficiará de este horno. Entre sus múltiples ventajas se encuentra: Reducción de tiempo, Ahorro de energía, Cocinado parejo, Modos de cocción, Limpieza automática. Ambos son convencionales: Si realmente no sabes cuál de los dos elegir, recuerda que al final de día ambos pueden apagar el vapor o el ventilador y funcionar como horno convencional, así que no encontrarás un momento en el que te arrepientas de tu elección, solo debes concentrarte en que sea el diseño y tamaño ideal para tu cocina.