Creo que son muchas las personas que consideran que saber usar Photoshop, Illustrator y demás programas combinando lindas tipografías con colores atractivos es saber diseñar, pero realmente implica mucho más, en primer lugar van detrás muchos estudios y años de experiencia que demuestran que se es diseñador de la noche a la mañana. No voy a mentir en que llega a dar rabia cuando nos topamos con comentarios de clientes que comentan que «no puede ser tan difícil» uno de los proyectos que nos piden o cuando escuchamos alguien que recién empieza la universidad y entró a diseño «porque nada puede ser mejor que trabajar en tenis y pasar diseñando». Pff… Si realmente diseñar fuera eso creo que ningún diseñador estaría con ojeras, problemas en tendones y espalda y aún así se le vería con la gran sonrisa después de cada campaña y proyecto aprobado.
Más que diseñadores, somos comunicadores y eso lo hace más complicado, trabajamos día a día para estar detrás de grandes estrategias, productos y campañas que compiten por ser el número 1, por llegar cada vez a más personas y nos enfrentamos constantemente con el reto de crear un nuevo Mix de ideas que nos dé resultados diferentes, que no sólo luzcan «bonitas», sino que atraigan de forma efectiva para generar reacciones que generen una respuesta de parte de los consumidores y receptores de los mensajes, eso no suena a una tarea sencilla, porque debemos estar atentos no sólo a lo que hace la competencia, sino a lo que cada marca y producto está haciendo en ese preciso momento, sin perder de vista los objetivos y la personalidad de la marca con que trabajamos.
Somos comunicadores con apoyo visual, transmitimos mensajes que deben ser efectivos para que nuestro trabajo valga la pena y esa efectividad únicamente puede medirse a través de las respuestas y reacciones que genera… Realmente es algo con lo que uno va viviendo y aprendiendo a la vez, porque debemos tomar en cuenta tantos factores económicos, sociales y mercadológicos que pueden ser tomados como obstáculo u oportunidad en el mercado.
Así que no, diseñar no es fácil, pero creo que hablo por muchos cuando digo que no hay mejor recompensa que ver publicados los trabajos propios, o cuando una persona recuerda una campaña o recomienda un producto que sabes está dentro de tu portafolio, simplemente es un oficio complejo, en el que un error cuesta desde un descuento de sueldo hasta el empleo, pero una buena oportunidad o idea bien ejecutada arma una reputación increíble… No pude haber elegido mejor.
En fin, este post iba dedicado para aquellos que sabemos lo complejo que el diseño puede ser y aún así lo amamos…. y para aquellos que creen que diseñar es saber usar los programas o un par de años de estudio, creanme, el verdadero aprendizaje del diseño está en la experiencia y en hacernos cada día más sabios en la forma en que aplicamos nuestro talento y potencial.