Las puertas aportan intimidad, calidez y estilo a su vivienda.
Asimismo, en función de las características que ofrezca la puerta, tendrá la posibilidad de cambiar su distribución, ganar unos centímetros o mejorar el aislamiento acústico de las diferentes estancias.
La composición interior podemos diferenciar las siguientes puertas.
Son las puertas cuya estructura está compuesta por aglomerado, madera maciza o DM y ofrece una alta resistencia y aislamiento tanto acústico como térmico.
Su peso está alrededor de los 40 kilos.
El interior de la puerta es de cartón de nido de abeja y chapa en DM de 3mm.
Su peso se aproxima a los 20 kilos y son la alternativa más económica.
Como ventaja, tenemos su ligereza, que ayudará a aumentar la duración de las bisagras, y como contrapartida la calidad del aislamiento.
Fabricadas en tablero de densidad media (DM) sobre el que se coloca una o varias capas de papel imitando a la madera natural.
Fabricadas en tablero de DM al que se le aplican varias capas de laca.
En este sentido es fundamental mencionar que la cantidad de gramaje o laca se mide en gramos por metro cuadrado e incrementa la durabilidad de la puerta.
La resistencia a la humedad de la puerta depende del material con el que esté hecho el marco que puede ser de: MDF, MDF hidrófugo o de madera maciza.
El sentido de apertura se establece desde la parte en la que se empuja, para que abra hacia dentro de la estancia.
Es fundamental que preste atención a la terminación exterior de la puerta ya que, en función de la elección que tome, logrará crear ambientes diferentes.
Es fundamental que piense en el sentido de apertura que quiere que tenga su puerta.
Los factores de los que depende esta elección son los posibles obstáculos que encuentre en el movimiento de apertura, como pueden ser estanterías u otras puertas cuyo sentido de apertura esté en el mismo ángulo que la nueva y, en general, cualquier mueble que le quite espacio.