El cierre magnético se utiliza más para pulseras rústicas y bisutería, y con menos frecuencia para joyas clásicas hechas de metales preciosos.
Su mayor ventaja es un precio muy asequible.
Con los cierres magnéticos modernos, el riesgo de que los imanes se suelten accidentalmente es relativamente bajo, ya que los imanes rara vez se pueden separar, sino que solo se pueden abrir deslizando uno sobre otro.
El cierre se adapta perfectamente a las pulseras con un diseño que incorpora abalorios esféricos más grandes, con los imanes integrados en dos semiesferas, lo que significa que el cierre es completamente invisible cuando está cerrado.
Los cierres magnéticos se utilizan en cierres para joyas como pulseras.
Debido a su tamaño y falta de sutileza, puede resultar difícil incorporar estos cierres en el diseño de una joya elegante.