Diseñar para niños es un reto complicado, porque a la mayor parte de los adultos se nos olvida cómo razonan, procesan la información, se enfrentan a los retos, juegan y se divierten los niños.
La forma en que hacemos todo esto cambia con el paso de la niñez a la adolescencia y aún más en la edad adulta, y enfocar un trabajo para el público infantil pasa por poder entender cómo reaccionan los niños ante lo que se les ofrece.
Cuando se trata de diseñar un entorno web para niños, la mejor recomendación es hacerlo desde cero.
Intentar adaptar un sitio web pensado para adultos para que guste a los niños es una receta para el fracaso; es mejor liberarse de ataduras, salir de la zona de confort y enfocar el proyecto con otros ojos.
Un proceso de diseño para niños implica la identificación de grupos de edad distintos, como por ejemplo:
Niños de 2 a 4 años: están experimentando el mundo por primera vez, todo es nuevo; si algo se mueve, ¡mola! En el diseño para ellos deberían reforzarse todos aquellos elementos con los que se pueda interactuar.
Niños de 4 a 6 años: se desarrolla el ego y la necesidad de comunicarse. En el diseño debemos fomentar la creatividad y la autoexpresión, así como dar feedback positivo de forma inmediata cuando corresponde.
Niños de 7 a 9 años: empiezan a entender símbolos y significados, aunque de forma simple. En nuestros diseños podemos expresar una serie de normas claras y hacer uso de la gamificación para recoger recompensas.
Niños de 10 a 12 años: en esta edad empiezan a razonar de forma más parecida a los adultos; tiene sentido el uso de ayudas contextuales, especialmente en caso de error, y notificaciones que reafirman el trabajo bien hecho cuando hay cumplimiento del objetivo marcado.
Diseñar para niños implica que los diseñadores deben salir de sus directrices habituales para adaptarse a las peculiaridades del público al que se dirigen.
Un público que a esas edades necesita, sobre todo, entretenerse, jugar y formarse.
También es importante entender que aunque el diseño debe estar fundamentalmente orientado a los niños, en muchos casos será también preciso diseñar para los padres, que les estarán acompañando en el proceso.
Y un último consejo: ¿verdad que cuando una web es lenta nos impacientamos y pasamos a otra cosa?
Recuerda que en el caso de los niños la impaciencia es mayor y el pasar a otra cosa se produce mucho antes.