La adaptabilidad es hoy la reina de todas las soft skills, demandada por RRHH y managers de equipo.
Y es que, en un panorama laboral donde las empresas continúan enfrentándose a la incertidumbre y la transformación, la habilidad de adaptarse en velocidad a los cambios no solo es una estrategia deseable, es una necesidad.
La adaptabilidad se define por la capacidad de un individuo para ajustarse rápidamente a nuevas situaciones, aprender de ellas y aplicar esos aprendizajes de manera efectiva.
La importancia de esta soft skill va más allá de la capacidad de un individuo para ajustarse personalmente a los cambios.
La adaptabilidad también refleja una comprensión profunda de la dinámica de equipo y organizacional y la habilidad para contribuir positivamente a la cultura y los objetivos de una empresa.
Por tanto, la adaptabilidad es una habilidad que beneficia tanto al individuo como a la organización, facilitando entornos de trabajo más resilientes, innovadores y productivos.
En un período de cambios sin precedentes, impulsados por el avance continuo de la IA y la transformación digital, la adaptabilidad emerge como la habilidad esencial para la supervivencia y el éxito profesional, destaca Aneesh Raman, vicepresidente de LinkedIn.
La adaptabilidad es una competencia que refleja la mentalidad de crecimiento del profesional y su compromiso con el aprendizaje y el proceso, su confianza en las personas y las relaciones, y su mirada hacia excelencia frente al resultado.
Cómo fomentar la adaptabilidad a nivel organizacional
Para aquellos que buscan destacar o impulsar su carrera profesional, cultivar la adaptabilidad es más que una recomendación; es una estrategia esencial para el éxito en el siglo XXI.