Las puertas integradas redefinen el diseño interior al combinar a la perfección funcionalidad y estética.
Crean un efecto envolvente, fusionando el material de la puerta con los elementos adyacentes para conseguir una apariencia armoniosa.
Al incorporar varias vetas de madera, los diseñadores consiguen un diseño unificado, integrando puertas con paredes, dando como resultado un espacio limpio y cohesivo.
La tendencia de incorporar puertas con diseños de madera está cobrando fuerza como elemento característico, ofreciendo un vínculo natural y visualmente impactante dentro de los espacios.
La madera de nogal es cada vez más utilizada en Europa, ocupando el segundo lugar después del roble.
Sus tonos profundos y oscuros junto a sus diseños veteados le dan un aspecto lujoso y elegante.
Como material para puertas, el nogal añade riqueza y sofisticación a cualquier espacio gracias a su belleza natural y a su atractivo atemporal.
Siempre con la idea base de buscar una integración, la puerta blanca personifica la elegancia atemporal.
El blanco sigue siendo un elemento básico en el diseño de interiores, muy apreciado por su versatilidad y su sereno atractivo.
Cuando se busca una estética perfecta y armoniosa, combinar puertas blancas con paredes blancas es una forma segura de lograr una apariencia impecable.
La puerta negra aparece como una opción de diseño cautivadora, que da profundidad e intriga a los espacios.
Ya sea en tono negro único, madera ennegrecida o un color ultra oscuro, esta estética es toda una declaración de intenciones.
Al introducir una puerta negra, los diseñadores añaden un punto focal convincente y que eleva el ambiente a otro nivel, creando una sensación de dramatismo y encanto en el entorno.