Diseño inclusivo: busca crear soluciones que contemplen la diversidad humana.
Considera diferencias en capacidades físicas, cognitivas, culturales, de edad, género, idioma, entre otras.
Diseño accesible: se enfoca en eliminar barreras para que cualquier persona, especialmente quienes tienen alguna discapacidad, pueda acceder, comprender y utilizar un producto o servicio sin obstáculos.
Ambos conceptos están estrechamente relacionados, y aplicarlos desde el inicio de un proyecto genera experiencias más completas, empáticas y funcionales para todos los usuarios.
Contraste de color adecuado: Asegúrate de que el texto se distinga claramente del fondo.
Tipografías legibles: Elige fuentes simples, claras y de buen tamaño.
Estructura clara y jerarquía visual: Usa títulos, subtítulos y párrafos bien organizados.
La estructura lógica y coherente facilita la comprensión, especialmente para personas con discapacidades cognitivas o dificultades de lectura.
Lenguaje claro e inclusivo: Comunica con un lenguaje comprensible y que respete la diversidad.
Pruebas con usuarios reales: Siempre que sea posible, prueba tus diseños con personas diversas.