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¿Es obligatorio tener baños para discapacitados?

Aitor Trejo
Aitor Trejo
2025-09-18 09:14:00
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Siempre que sea exigible la existencia de aseos o de vestuarios por alguna disposición legal de obligado cumplimiento, existirá al menos un aseo accesible por cada 10 unidades o fracción de inodoros instalados, pudiendo ser de uso compartido para ambos sexos. En cada vestuario, una cabina de vestuario accesible, un aseo accesible y una ducha accesible por cada 10 unidades o fracción de los instalados. Por tanto, independientemente de las necesidades de un programa en concreto, la cuestión de la existencia cuantitativa de los aseos para minusválidos es de carácter numérico, con un mínimo de una cabina. La distinción entre sexos no es obligatoria en estos casos, aunque se recomienda incluir aseos adaptados para ambos. La obligatoriedad de aseos para minusválidos no es baladí, es una necesidad. Y como proyectista yo iría más allá, debería huirse del tópico de proyectar los servicios públicos en general, como “el mal necesario” en cada plano, y darles el empaque necesario para que se conviertan en un espacio respetable y de calidad arquitectónica. Un círculo de 150 centímetros debe poder inscribirse en las cabinas, con el fin de que la silla de ruedas pueda moverse con total libertad y autonomía sin topar con obstáculos. Inmediatamente en el acceso a las cabinas, se tiene que poder inscribir un círculo de 120 centímetros de diámetro. Hasta una altura de 70 centímetros contados desde el suelo, el espacio debe ser diáfano. Dimensión mínima de las cabinas 140 x 150 centímetros, con puertas de 80 centímetros que abran hacia el exterior. Altura de lavabo: 70 centímetros, de manera similar al apartado de “altura libre de obstáculos”. El espacio mínimo en los laterales debe ser de 80 centímetros, así como la profundidad libre de 75. Las cabinas de colmena no son ninguna opción. Para facilitar el manejo de los instrumentos por parte de la persona de movilidad reducida, los sistemas deben estar automatizados. Los espejos deben presentar una inclinación acorde al plano visual de la persona sentada en su silla de ruedas, y los sistemas automatizados de encendido y apagado de luces son imprescindibles. Con más frecuencia de lo deseable existen errores de proyecto que demuestran incongruencias y contradicciones en el programa de un edificio.