Conocer todo lo necesario para cuidar a personas mayores cuando se procede a subir escaleras puede parecer un proceso sencillo pero requiere una serie de pautas para hacerlo de manera efectiva.
Lo primero, colocarse al lado de la persona dependiente y cerciorarse de que apoya su mano en la barandilla
Seguidamente, la persona que ayuda deberá colocarse detrás de la persona mayor para asegurarse de que sube el primer escalón.
Una vez pisado el primer escalón, el procedimiento deberá repetirse y, si fuera necesario, parar para que la persona dependiente repose, sin dejar de sujetar a la persona mayor para evitar un tropiezo.
En caso de usar una silla de ruedas, con el soporte de elevación, se deberá colocar el cinturón de seguridad y asegurarse de que los mangos de empuje no resbalen.
Las manos de la persona dependiente se reposarán sobre las piernas.
Por último, si se trata de subir un único peldaño con la silla de ruedas, será necesario colocar la silla de espaldas al peldaño y presionar sobre las ruedas traseras sobre la cara del peldaño.
Seguidamente, será conveniente levantar las ruedas delanteras y acercar las traseras al borde del peldaño par, finalmente, poder elevar levemente la silla y empujar hacia delante.
Entre sus principales ventajas respecto a los anteriores se encuentra su alta capacidad de peso de carga.
Es de vital importancia seguir todas estas pautas y recomendaciones para evitar lesiones innecesarios en un ejercicio que, podría parecer rutinario y relativamente sencillo de implementar en el día a día pero, que si no se hace debidamente puede suponer un problema más grave.
Tanto músculos como articulaciones sufren mucho con las escaleras, por lo que evitar una caída incapacitante o disponer de la seguridad de realizar el movimiento de forma diaria son tareas que conviene perfeccionar para que la persona mayor interiorice el proceso.