Jugar con la comida, incluyendo tirarla al suelo o por la mesa, es algo que, en cierta medida, se les debe permitir hacer a los bebés porque es parte del proceso que los ayudará a aprender cómo alimentarse por sí mismos. A los bebés les resulta muy satisfactorio ver desaparecer algo cuando lo arrojan, y que reaparezca de nuevo cuando lo levantas. En realidad, esto es una importante etapa del desarrollo. También juega con la comida debido a su curiosidad natural. Cualquier comida es un festín de texturas, temperaturas y colores. Saber que ese comportamiento es en realidad pedagógico puede hacer más tolerables sus juegos con la comida, pero tienes derecho a establecer ciertos límites, especialmente cuando tu hijo tiene ya cerca de 2 años. Los buenos modales en la mesa podrían ir apareciendo alrededor de los 2 años, pero su desarrollo es gradual y el éxito del mismo dependerá de la forma en que alientes este comportamiento y de que seas constante; sólo así verás resultados.