Los baños neutros o mixtos son espacios diseñados para ser utilizados por cualquier persona, independientemente de su identidad de género.
Estos baños buscan eliminar la segregación por género binario, dejando de lado todo el espectro de identidades existentes.
Un baño inclusivo no está centrado únicamente en el género, también contempla edades, capacidades diferentes, creencias religiosas y más.
Los criterios más importantes son la privacidad y seguridad, que contemplan desde cubículos completamente cerrados hasta sistemas de seguridad adecuados.
La iniciativa norteamericana Stalled! señala la importancia de diseñar espacios que proporciones espacios de privacidad y otros de campo visual flexible.
El espacio multiusuario contempla área de lavamanos como único espacio abierto equipado con puertas que garantizan la intimidad visual desde el exterior, así como un mayor grado de intimidad acústica.
La adaptación de bajo presupuesto se hace únicamente un cambio de señalización, dejando de lado otras posibles adecuaciones en el espacio.
Los baños neutros o mixtos forman parte de una de las reflexiones más importantes en el campo de estudio y crítica de género, además de las áreas de arquitectura y diseño.
La reflexión apunta a cuestionar si con los baños LGBT+ es suficiente para generar inclusión, o si es necesario abrir más el panorama, en cuanto a espacio, funcionalidad y mensaje visual.
La intención de un baño inclusivo en espacio público, laboral o educativo que atienda las necesidades de cualquier persona y fomente el reconocimiento de la existencia de un amplio espectro de identidades de género, así como personas con discapacidad, infancias, tercera edad y personas que cuidan.