Un mobiliario colorido, funcional y seguro, así como divertidos juguetes, convierten el cuarto de baño infantil en un oasis de bienestar para los más pequeños. Los elementos de seguridad, como alfombrillas antideslizantes, son imprescindibles. Los lavabos ofrecen espacio para objetos importantes, y un taburete ayuda a llegar a todo. El inodoro puede instalarse a la altura estándar, pero debe tener un cierre suave para proteger las manos de los niños. Un baño infantil es perfecto en el momento en que entran a la escuela primaria. Los niños más pequeños aún no son capaces de lavarse o cepillarse los dientes solos, por lo que es preferible acompañarlos. El cuarto de baño infantil, en cambio, ayuda a los niños a ocuparse de sus rutinas matutinas y nocturnas de forma independiente, por lo que es ideal para su desarrollo.