Evita instalar detectores de humo cerca de ventanas, puertas o conductos de aire, puesto que podrían interferir en su buen funcionamiento.
No es recomendable apagar o desactivar un detector de humo a menos que sea necesario, como, por ejemplo, durante un mantenimiento programado.
No es imprescindible, pero es una buena práctica instalar varios sensores de humo en una zona muy amplia o en grandes espacios en los que haya más riesgo de incendio.
La distancia entre diferentes detectores de humo también es importante.
La altura recomendada para la instalación de detectores de humo es generalmente de 10 a 30 centímetros desde la esquina del techo.
Los sensores de humo pueden conectarse en serie para que todos suenen si uno de ellos detecta partículas.
Para una conexión en serie segura y eficiente es esencial seguir las instrucciones de tu fabricante.
Si un detector se activa debido a una falsa alarma, ventila la habitación o área para eliminar el humo antes de intentar apagarlo.
Te recomendamos que instales un sensor en cada dormitorio y en cada pasillo que conecte distintas áreas de tu vivienda.
La idea es garantizar que cualquier estancia está protegida por al menos un detector.
Así te asegurarás de que haya una cobertura adecuada y que cualquier atisbo de humo se detecte con la suficiente antelación en todas las habitaciones de tu casa.
Eso sí, todos los detectores de humo están diseñados para localizar partículas en el aire que son características de un incendio.
Preguntas frecuentes y consejos de instalación de tu detector de humo
¿Dónde colocar un detector de humo?
Escoger la ubicación adecuada para un detector de humo es fundamental.
Por supuesto, debes colocarlo en aquellas áreas de tu hogar en las que es más probable que ocurra un incendio, como la cocina, los dormitorios y los pasillos.
Además, es importante instalarlos en el techo o en la parte superior de las paredes, ya que el humo tiende a subir.
La mayoría de los dispositivos tienen un botón de prueba que te permitirá verificar su funcionamiento sin desactivarlos.
De hecho, la mayoría de los dispositivos tienen un botón de prueba que te permitirá verificar su funcionamiento sin desactivarlos.