Los niños corren naturalmente cuando juegan, pero si hablamos de running como actividad organizada o estructurada, se puede comenzar desde los 4 o 5 años con juegos y carreras cortas. A partir de los 7 u 8 años, ya se pueden incorporar entrenamientos suaves y divertidos, sin enfocarse en distancias ni tiempos. Lo importante en estas etapas es que se sientan cómodos, se diviertan y no se presionen por competir. Correr puede ser una actividad divertida, saludable y formativa para los niños. Si se hace de forma adecuada, es una excelente manera de introducirlos a un estilo de vida activo desde temprana edad, fomentar la disciplina y, sobre todo, pasar tiempo de calidad en familia. Hazlo divertido: nada de rutinas serias ni largas. Los juegos, circuitos con obstáculos o carreras de relevos funcionan muy bien. Cero presión: que corran porque quieran, no porque deban. Evita enfocarte en tiempos o distancias. Adapta el entrenamiento a su edad: por ejemplo, 5-10 minutos de trote suave para niños de 6 a 8 años, e ir aumentando progresivamente. Iniciar a los niños en el running puede ser el primer paso para una vida activa, sana y feliz. No se trata de formar atletas desde pequeños, sino de enseñarles que moverse puede ser divertido.