La elección entre una puerta blindada o acorazada depende de las necesidades concretas de cada usuario, del riesgo de seguridad que presenta la zona o el entorno y del presupuesto disponible. Las puertas acorazadas tienen un nivel de seguridad mucho mayor que el de las puertas blindadas, pero también son más costosas y más difíciles de instalar. Las puertas blindadas tienen un nivel medio de seguridad, son más seguras que las puertas tradicionales, pero menos que las puertas acorazadas, sin embargo, son más económicas y fáciles de instalar que las puertas acorazadas. La instalación de una puerta acorazada es más compleja que la de una puerta blindada, dado que en ocasiones puede requerir la colocación de marcos especiales y la modificación de la estructura en la cual vaya a ser colocada. Las puertas de seguridad están compuestas por acero y metal y cuentan siempre con certificado de ensayo de la resistencia del sistema de cierre según la normativa aplicable. Las puertas de seguridad, en sentido específico, están fabricadas con materiales mucho más resistentes y son capaces de frenar cualquier intento de invasión, pero no todas las puertas acorazadas son iguales, ya que a cada una de ellas se le puede añadir refuerzos en función del tipo de blindaje, número de cilindros y cerraduras adicionales elegidas.