Bañarte con tu hijo no solo es una forma conveniente de limpiarse, sino también una gran experiencia de vinculación.
Puedes preocuparte un poco menos por la temperatura perfecta del agua porque tú mismo estarás en el agua, y tu pequeñín probablemente estará un poco menos angustiado porque ya no es un novato en el baño.
Sin embargo, tu peque es ahora mucho más móvil y generalmente inquieto.
No dudes en pedirle a tu pareja que se quede cerca en caso de que necesites ayuda para enjuagar el champú del pelo de un niño resbaladizo.
Los baños son muy resbaladizos, y no querrás que algo se cayera de la cornisa y les hiciera daño a ninguno de los dos.
Si tu baño tiene esquinas agudas, piensa en poner una toalla sobre ellas en caso de que alguno de ustedes se resbale al entrar o salir del baño.
Quieres que piense en la hora del baño como un momento de diversión, un estadio especial donde puede jugar con su barco o pato o delfín favorito.
De ese modo, no aprenderá a temer la hora del baño y crear malos hábitos de baño a medida que crece.
También deberías considerar la posibilidad de comprar una alfombra de baño para el interior de la bañera o la ducha para evitar resbalones y caídas.
Según los Institutos Nacionales de Salud, los niños menores de 6 años nunca deben ser dejados solos en la bañera, y tampoco se les debe permitir entrar al baño si hay agua en la bañera.
Cuando vacíes la bañera después del baño, asegúrate de que esté completamente vacía antes de salir del baño.
Además, no pongas a un niño a cargo de otro a la hora del baño, siempre asegúrate de que haya un adulto supervisando.
Puede ser difícil de pensar, pero un día tu bebé será mayor, más sabio y más privado.
Eventualmente va a querer empezar a bañarse y ducharse por sí mismo y hay algunas cosas que puedes hacer para facilitar esa transición.
Ponte atenta a las señales que tu pequeñín se está volviendo más privado, como cerrar la puerta cuando va al baño o pedir que lo dejen solo cuando se cambia de ropa.
Déjale saber que está bien si le gusta bañarse contigo, pero que si un día no quiere, eso también está bien.
Con eso en mente, ¡aprecia la hora del baño con tu chiquitín mientras lo tengas.