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¿Cómo tienen que ser las rampas para discapacitados?

Jimena Navas
Jimena Navas
2025-10-09 03:29:29
Respuestas : 27
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Las rampas para silla de ruedas y para personas con movilidad reducida permiten salvar desniveles verticales y pueden ser utilizadas por cualquier persona con problemas de movilidad permanente o temporal. Las rampas son una de las medidas de accesibilidad más habituales. No obstante, se trata de la opción más viable para garantizar el acceso de personas con discapacidad sustituyendo a las escaleras convencionales. Actualmente podemos verlas tanto en locales comerciales como en edificios y espacios públicos, casas particulares o comunidades de vecinos. Puesto que el objetivo de estas rampas es comunicar dos zonas que están a distinto nivel, tanto en interior como al aire libre, las opciones para su construcción son varias, tanto en materiales como en diseño. Para empezar, las rampas salvaescaleras o rampas de acceso para discapacitados nunca deben superar el 10% de inclinación. Cuanto más largas sean, menor será su pendiente, siendo más fácil transitar por ellas. Por supuesto, antes de elegir una rampa para discapacitados, también valoraremos la barrera arquitectónica a salvar, en qué entorno se ubica, cuáles son los diferentes accesos a la vivienda/espacio o cuáles son las condiciones geométricas del lugar donde nos encontramos. Por otra parte, y según su uso, tendremos que evaluar si conviene más construir una rampa fija o instalar una rampa de acceso temporal. Con todos estos elementos, podemos distinguir entre: Rampas fijas de obra, rampas fijas prefabricadas, rampas plegables y rampas telescópicas. Las rampas de accesibilidad telescópicas están formadas por dos carriles independientes que disminuyen o aumentan su longitud según las necesidades del usuario. Permiten salvar diferentes alturas y pendientes, y están disponibles en distintas anchuras, adaptándose a espacios interiores y exteriores. Construir una rampa de acceso implica cumplir con una serie de cuestiones técnicas. En todos los casos, estos elementos deben ser accesibles, usables y seguros. Por este motivo, se recomienda que la solución sea proyectada por un profesional especialista que certifique el cumplimiento de la normativa vigente y de todos los requisitos de accesibilidad. Según la normativa actual, las rampas de acceso para discapacitados deben ajustarse a determinados criterios. La pendiente de una rampa vehicular depende de su longitud, no superando el 10% de desnivel si la rampa mide menos de 3 metros, el 8% si mide entre 3 y 6 metros y el 6% si mide más de 6 metros. La inclinación transversal nunca estará por encima del 2%. Las rampas para sillas de ruedas deben tener, como mínimo, 1,2 metros de ancho y su longitud varía según el contexto, aunque su extensión máxima es de 9 metros. Si una rampa es más larga, deben construirse descansillos intermedios de al menos 1,5 metros de largo y con la misma anchura que la rampa. Las rampas vehiculares deben ser antideslizantes y disponer de doble barandilla y de un zócalo o bordillo para evitar accidentes. Al construir este tipo de rampas de acceso es importante prever una zona libre de obstáculos y salientes, tanto en el embarque como en el desembarque. Estas zonas tendrán 1,5 metros de diámetro para que los usuarios de sillas de ruedas o scooters eléctricos puedan maniobrar sin dificultad. En zonas donde no es posible construir o instalar una rampa para sillas de ruedas por espacio o por el entorno, existen otras alternativas como los salvaescaleras y elevadores. En nuestra web encontrarás más soluciones para usuarios de sillas de ruedas y sus acompañantes. Suscríbete a nuestra newsletter para recibir nuestras noticias y novedades.
Verónica Cortez
Verónica Cortez
2025-10-09 02:07:33
Respuestas : 26
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Lo más importante si queremos instalar una rampa, es tener en cuenta aspectos como la pendiente, la longitud máxima, el ancho libre y las dimensiones de la misma. El reglamento estipula que en el acceso a edificios la anchura libre mínima de paso debe ser de 1,20 m y la longitud máxima de cada tramo de 9 m. Por otra parte, si la rampa debe ser instalada en lugares peatonales, debemos contar con una anchura libre mínima de paso de 1,80 m y la longitud máxima de cada tramo de 10 m. La pendiente varia teniendo en cuenta la longitud de la rampa. En acceso a edificios se admiten rampas con recorridos de 3 m con una elevación de pendiente menor a 10%. Con recorridos de 3 a 6 m debe haber una pendiente menor al 8% y un 6% en el resto de los casos. En normativas para lugares peatonales, la pendiente máxima en tramos de hasta 1,5 m es de un 12%, en tramos de hasta 3 m una pendiente de 10% en tramos de hasta 3 m y de 8% en tramos de hasta 10 m. Para evitar el resbalamiento de las sillas de ruedas, es importante que la pendiente transversal sea igual o inferior al 2% y que el suelo sea antideslizante. La normativa también determina que la rampa debe disponer de pasamanos continuos en todo el tramo de la misma. Deben colocarse a ambos lados y a una altura comprendida entre 90 y 105 cm el más alto y otro entre 70 y 85 cm. Además, las zonas de embarque y desembarque de la rampa deben permitir que la persona en silla de ruedas pueda realizar un giro de 360º y estar exentas de cualquier obstáculo. La pendiente de una rampa se suele expresar en un porcentaje como resultado de la altura que se quiere salvar y la distancia de tramo en el plano horizontal, multiplicado por 100. Pendiente (%) = (h/d) x 100 Teniendo en cuenta esta fórmula, si una rampa hace un metro de altura con una distancia horizontal de 10 metros tendrá una pendiente del 10%. De esta manera, si disponemos de la altura a salvar, podemos determinar fácilmente las medidas y la pendiente necesaria en cada caso.

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Marc Calderón
Marc Calderón
2025-10-08 22:05:12
Respuestas : 19
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Laura Bermejo, presidenta de Libre Acceso, nos explica que una mala rampa no necesariamente radica que sea mala en el diseño, sino también es la que no se puede utilizar por factores en el entorno que entorpecen, como puestos o autos que la bloquean. Si hablamos de accesibilidad, la rampa siempre debe tener un margen entre 6 y 8 por ciento de pendiente, inclinación. Una rampa con pendiente excesiva demanda un esfuerzo muy grande, ocasionando que se pierda el control de la silla de ruedas, una volcadura o que las personas sin fuerza abdominal caigan de bruces al piso. Los manuales y reglamentaciones tienden a coincidir en que los pisos de las rampas deben tener estas características esenciales: deben ser estables, firmes, antiderrapantes y diseñados de tal forma que eviten los encharcamientos y la concentración de caudales de agua cuando se encuentran en el exterior. Los pasamanos únicamente son necesarios en rampas con trayectos largos. Idealmente deben medir 90 centímetros y cinco de grosor, nos señala Bermejo. Una rampa, para que se considere segura, debe contar con descansos intercalados a nivel a partir de cierta longitud.