Para eliminar la condensación en las puertas, es necesario ventilar convenientemente las estancias más susceptibles de acumular humedad ambiental.
En segundo lugar, conviene aislar y eliminar posibles puentes térmicos que puedan existir principalmente en la envolvente del edificio.
La aplicación del sistema de aislamiento térmico permitirá eliminar la sensación de “pared fría” y evitará la aparición de humedades por condensación superficial y la formación de moho en el interior del edificio.
Para el interior de la fachada, en las paredes que dan el exterior o a zonas frías, se puede reforzar el aislamiento de la tabiquería interior mediante la aplicación de pinturas termoaislantes.
De esta manera, se reducirá también la sensación de “pared fría” y la posibilidad de que se condense allí la humedad y la aparición de manchas y moho.
En paredes que se ubican en estancias sometidas a alta humedad ambiental, como pueden ser los baños o las cocinas, es recomendable proteger rincones, pinturas, revestimientos porosos... con un sellante resistente al contacto directo al agua condensada, que actuará de barrera entre el muro y la humedad.
Productos como Impersil, Impersil Acqua, Uno Barniz Ladrillo o Acripol Barniz son perfectos para esta función.