Los recién nacidos se esfuerzan en sostener la cabeza.
Pero conforme va aumentando la fuerza de sus cuellos y de sus troncos, serán capaces de mantener bien levantada la cabeza mientras estén acostados sobre el vientre y poco después podrán levantar la parte anterior del tronco, apoyándose en los brazos, sostener la cabeza en esa posición y mirar a su alrededor.
Es posible que también se dé cuenta de que su bebé estira las piernas y da patadas con ellas.
Estos movimientos fortalecen sus músculos, preparando al bebé para ser capaz de darse la vuelta, lo que suele ocurrir en torno a los 4 a 6 meses de edad.
Los bebés tienen el reflejo de agarrar las cosas desde que nacen, pero durante los tres primeros meses de edad empezarán a abrir y cerrar las manos y se las empezarán a llevar a la boca.
Es posible que su bebé pueda sostener un sonajero o un juguete que se le coloca en la mano y dejarlo caer cuando ya no le interese.
La vista de su bebé también empezará a mejorar cuando desarrolle la capacidad de seguir con la mirada un objeto en movimiento y alcanzar objetos cercanos.
Aunque los bebés no deben dormir boca abajo, permita que su bebé pase tiempo sobre el estómago bajo la supervisión de un adulto durante las horas de vigilia.
Mientras esté acostado boca abajo, su pequeño podrá practicar la conducta de levantar la cabeza, fortaleciendo los músculos del cuello, los brazos y los hombros.
Es posible que, al principio, su bebé esté inquieto y se sienta frustrado en esa postura, de modo que las primeras veces que esté boca abajo deje que lo haga durante muy poco tiempo, y vaya alargando esas sesiones de forma gradual.
Es importante que supervise a su bebé cuando esté boca abajo.