Se recomienda utilizar las puertas antes de que los niños comiencen a gatear, para que los adultos que viven o frecuentan la vivienda se acostumbren a utilizarlas.
Una puerta de seguridad debe cumplir con normas específicas, no debe ser fabricada artesanalmente.
No utilices barreras sino puertas.
Las barreras se quitan y se ponen, mientras que las puertas abren y cierran.
Las puertas para escaleras no pueden tener nada a nivel de piso ya que se vuelven un obstáculo que puede llegar a generar un tropiezo.
Las puertas deben ser de barandas verticales, no deben ser de malla, ni de acordeón.
Consulta con un Childproofer experto, cual es el tipo de puerta adecuada para el cerramiento que necesitas.
Las puertas de seguridad son una gran ayuda para restringir el acceso a ciertos espacios en el hogar.
Se pueden utilizar en la cocina, escaleras, chimenea, patio, zona de lavandería, bar, garaje, cuarto de herramientas y en general cualquier espacio en el hogar en donde se quiera evitar que los niños accedan solos.
Deja de utilizar las puertas cuando los niños ya tengan la altura y la destreza para treparse en ellas.
Recuerda que ningún producto va a reemplazar la supervisión de un adulto, pero seguramente te hará más fácil la labor de cuidarlos.