Las puertas corredizas se desplazan o deslizan para abrir y cerrar la puerta.
Son puertas de acceso vehicular que comúnmente se instalan en cocheras, fraccionamientos o en empresas, y tienen la ventaja de automatizarse fácilmente mediante un motor de cadena-chicote, o con un equipo de piñón con cremallera, con topes fotoeléctricos de cierre y final de carrera.
Puertas seccionales o levadizas Son puertas conformadas por varios paneles horizontales, que se elevan para abrir, de modo que al final queda alineada con el techo y sobre el vehículo.
Son muy comunes en cocheras particulares, edificios residenciales, de oficinas o industrias.
Reciben su nombre al ser elevadas hacia arriba y usan motores que se instalan en la parte superior de la puerta, fijados al techo o en una pared lateral a la puerta.
La principal ventaja de estos modelos es que permiten aprovechar el espacio al máximo y se pueden encontrar materiales tan ligeros como acero o aluminio, en tonos que van desde el blanco y hasta imitación de tonos madera;
Puertas abatibles Son puertas que se abren ya se hacia afuera o hacia adentro de la propiedad en un ángulo de 90°, pueden ser de una o dos hojas para que se adapten a los diferentes espacios.
Su principal ventaja es que no requieren de muchos elementos para su montaje, pueden automatizarse con facilidad y los equipos pueden variar desde el uso doméstico hasta altos flujos dependiendo del equipo elegido.
Puertas enrollables Las puertas enrollables son una opción que permite ahorrar espacio.
Son ideales para espacios pequeños, su instalación es sencilla y las cortinas tienen hoy día acabados en metales galvanizados, aluminio, acero o imitación de madera, dependiendo si se desea para un uso doméstico o comercial.
Estas puertas se montan sobre rieles laterales y tienen un eje en el que se enrolla la puerta; a este eje se le colocan motores para automatizar el enrollado y desenrollado.