Las puertas de entrada de acero se han convertido en una de las principales opciones a tener en cuenta cuando queremos aumentar la seguridad en el interior de nuestra vivienda.
Las puertas de entrada de acero tienen multitud de ventajas, ya que están fabricadas con acero inoxidable o acero galvanizado.
Es un material de construcción que ganó importancia con el paso de los años y que empezó a utilizarse tanto para la fabricación de viviendas, como de oficinas.
Las puertas de entrada de acero se adaptan a los diferentes ambientes.
Se pueden instalar en todas las zonas, independientemente de que estas se ubiquen en la costa o en la montaña.
Soportan todos los tipos de clima, incluidas las condiciones más extremas.
Gracias al acero, principal material a partir del que están compuestas, las puertas de entrada de acero presentan una alta resistencia ante la corrosión.
Su diseño proporciona un gran aislamiento térmico y acústico.
Las puertas de entrada de acero no requieren un mantenimiento constante.
Su hermeticidad favorece el ahorro energético.
Cuentan con un diseño liso que es considerado elegante.
Los acabados son de alta calidad, pudiendo estos ser en colores o en acero.
Ofrecen prestaciones de seguridad inigualables por ningún otro material.
Disponibles con rotura de puente térmico y sin rotura de puente térmico, para adaptarlas a cualquier situación.
El acero ha demostrado ser un material resistente a condiciones extremas, que, en consecuencia, aporta seguridad en la estancia o zona en la que se decida instalar.
También aporta higiene, calidad, hermeticidad e incluso diseño, ya que es un material valorado también desde el punto de vista estético.