La regla sería que cuantas más opciones y más espacio, mejor.
A veces debemos limitar el acceso a alguna habitación en concreto por problemas de comportamiento.
Lo que no hay que hacer es dejarles en jaulas para perros dentro de casa.
El confinamiento en un habitáculo tan pequeño limita mucho su bienestar y puede aumentar el estrés en los casos de ansiedad.
Una cocina no es espacio suficiente para pasar horas encerrado.
La mayoría de los problemas al quedarse en casa están relacionados con la falta de costumbre y con el aburrimiento.
En realidad, todo nuestro hogar lo es, siempre que esté acostumbrado, le dejemos agua, juguetes con los que no pueda atragantarse ni hacerse daño, ni objetivos que supongan un riesgo para su salud y que tenga espacio para moverse si se trata de un animal activo.