Los perros a menudo rascan las puertas cuando se sienten ansiosos, emocionados o agresivos. Las rejillas contra rasguños son similares a un protector de pantalla para teléfonos y se colocan encima de la puerta para absorber cualquier daño causado por el perro. Puedes comprarlas de plástico en algunas tiendas de muebles y de mascotas, o puedes hacer una más durable en casa si cortas un pedazo de fibra de vidrio y lo colocas en la puerta. Con el tiempo, los rayones comenzarán a aparecer en la rejilla misma.
Una placa protectora es una hoja delgada de metal que, dependiendo del modelo que compres, se atornilla en la superficie de la puerta o se desliza en el carril inferior de la misma. Cuando se instala de manera correcta, una placa protectora evita que el perro la arañe al pasar por ella. Encuentra placas protectoras en tiendas de mejoras para el hogar.
Instala una puerta para que tu mascota pueda entrar y salir como le plazca. Los perros a menudo arañan las puertas cuando quieren entrar o salir. Para arreglarlo, puedes comprar una puerta para perros en una tienda de mascotas o en una tienda para mejoras del hogar e instalarla cerca de la parte inferior de la puerta.
Lima las uñas del perro para que no pueda arañar. Para esto, primero asegúrate de que el perro esté tranquilo y relajado. Después, toma una de sus patas y límale las uñas con una lima o una piedra pómez. Hazlo con cada uña entre 10 y 15 veces y repite el proceso con todas las patas. Al limar, evita las áreas de color rosa que comiencen cerca del centro de cada una de las uñas.
Para una solución rápida, puedes simplemente bloquearle el paso a la puerta. Coloca objetos grandes frente a la puerta, como cajas o cofres grandes. Si eso no funciona, instala una reja para mascotas frente a la puerta.