Muchas cosas afectan el tipo de barniz que se forma, incluyendo condiciones de operación, tipo de aceite y el medio ambiente.
Las figuras 1 y 2 ilustran los mecanismos principales de la formación de barniz.
Aunque hay otras causas, estas son las más importantes.
El barniz típicamente tiene un tamaño por debajo de un micrón y consiste principalmente de un óxido pegajoso y material carbónico.
Sus constituyentes provienen de compuestos termo-oxidativos de las moléculas de la base lubricante y de los aditivos, así como también de metales de desgaste y contaminantes como el polvo y la humedad.
La formación de barniz y lodos es el resultado de la precipitación de óxidos insolubles de alto peso molecular procedentes de la degradación del aceite.
Las bases lubricantes Grupo II son más resistentes.
Sin embargo, a medida en que se forman más compuestos de oxidación, estas bases lubricantes son más susceptibles a problemas de barniz debido a su alta polaridad.
Algunas condiciones de operación, como zonas de alta presión diferencial, largos tiempos de residencia, y contaminación con agua, pueden promover la oxidación.
Además del oscurecimiento del aceite, el potencial de barniz puede ser monitoreado visualmente reconociendo cualquier residuo, carbón o material con apariencia pegajosa en las mirillas de nivel, superficies internas de la máquina, medias filtrantes y centrífugas.
El potencial de barniz puede ser monitoreado a través del análisis del lubricante utilizando la espectrometría infrarroja por transformadas de Fourier (FTIR), de la prueba en ultracentrífuga, del análisis colorimétrico, el análisis gravimétrico y la colorimetría de membrana (MPC).