La ventilación natural consiste en permitir la entrada y salida de aire externo en el interior de una vivienda, favoreciendo su circulación y renovación sin que intervengan factores mecánicos.
Existen técnicas que se pueden incorporar en el diseño de nuestras edificaciones, como:
Ventilación Natural Cruzada: Consiste en crear aberturas ubicadas en muros opuestos de la edificación, para permitir la circulación de aire en la estancia.
Ventilación Natural Inducida: Se crean aberturas cerca del suelo, permitiendo que la entrada de aire frío empuje el aire caliente hacia las salidas que se encuentran en el techo.
Efecto Chimenea: Es muy utilizado en edificios altos y consiste en crear un conducto de ventilación interno que facilite la circulación vertical del aire.
Pozo Canadiense o provenzal: Se aplica instalando una serie de tubos bajo tierra por los que se hace circular el aire, antes de introducirlo en la vivienda.
La técnica o técnicas que se seleccionen dependerán de las necesidades y condiciones climáticas de cada proyecto.
La ventilación natural cruzada nocturna se aplica en climas cálidos, para refrescar las viviendas pasivas y evitar el sobrecalentamiento.
La circulación del aire refresca el edificio y su envolvente térmica mantiene una temperatura confortable, durante todo el día siguiente.
La ventilación natural es una solución saludable, económica y sustentable, que por normativa se puede seguir aplicando en combinación con los sistemas mecánicos, para garantizar la calidad de aire y el confort dentro de las edificaciones.